Puntos clave
- La fiebre del valle de San Joaquín (fiebre del valle) es causada al inhalar las esporas del hongo Coccidioides.
- El hongo Coccidioides vive en la tierra y el polvo en algunas partes de los Estados Unidos y del mundo.
- Las personas con ciertas condiciones médicas o factores demográficos tienen un mayor riesgo de presentar una enfermedad grave.

Exposición
La fiebre del valle es una infección pulmonar causada al inhalar las esporas del hongo Coccidioides.
El hongo Coccidioides vive en la tierra y el polvo en ciertas zonas de los Estados Unidos y del mundo. Las actividades que alteran la tierra y el polvo (como las tormentas de viento y la construcción) aumentan el riesgo de inhalar esporas.
Los gatos y los perros también pueden contraer la fiebre del valle. La fiebre del valle no se transmite entre personas ni entre personas y animales.
Fuentes poco comunes de la fiebre del valle
En casos extremadamente raros, la infección se puede contraer de otras fuentes como las siguientes:
- Un trasplante de órgano, si el donante tenía la fiebre del valle
- La inhalación de esporas provenientes de una herida infectada con Coccidioides
- El contacto con objetos contaminados (como rocas o zapatos)
La mayoría de las personas que contraen la fiebre del valle nunca la vuelven a tener. Las reincidencias son muy raras.
Biología de la coccidioidomicosis

Quiénes están en riesgo
Riesgo de enfermedad grave
La mayoría de las veces las personas no se enferman por inhalar esporas de Coccidioides. Cuando se enferman, la mayoría de las personas se recuperan por sí solas.
Ciertos grupos de personas posiblemente tengan un riesgo más alto de presentar los tipos graves de fiebre del valle, como los siguientes:
- Las personas que tienen el sistema inmunitario debilitado, por ejemplo aquellas que:
- Tienen el VIH/sida
- Han tenido un trasplante de órgano
- Toman medicamentos como corticosteroides o inhibidores del factor de necrosis tumoral (TNF, por sus siglas en inglés)
- Las mujeres embarazadas
- Las personas que tienen diabetes
- Las personas de raza negra o filipinas
- Las personas mayores de 60 años
Prevención
Los científicos continúan trabajando en producir una vacuna para prevenir la fiebre del valle con efectos secundarios mínimos. No se dispone de una vacuna en este momento.
Es muy difícil evitar respirar el hongo Coccidioides en las zonas donde se encuentra en el medioambiente.
Sin embargo, hay maneras de ayudar a reducir la exposición a los hongos Coccidioides y el riesgo de infección. Algunas medidas que se pueden tomar incluyen:
- Evitar las áreas con mucho polvo como los sitios de construcción o las excavaciones.
- Si esto no es posible, usar un respirador N95 ajustado.
- Quedarse adentro durante las tormentas de polvo y cerrar las ventanas.
- Evitar actividades que incluyan el contacto con la tierra, como la jardinería.
- Usar métodos de filtración del aire en interiores.
- Limpiar bien las heridas de la piel con agua y jabón para prevenir infecciones.
Los proveedores de atención médica podrían recetar medicamentos antimicóticos a las personas con mayor riesgo para prevenir infecciones.

Riesgo y prevención en el lugar de trabajo
Los trabajadores que estén preocupados por la fiebre del valle deben comunicarse con su departamento de salud ocupacional o de manejo de riesgos. Si un lugar de trabajo no cuenta con estos servicios, los empleados deben comunicarse con su departamento de salud local.
No hay evidencia que demuestre que los medicamentos antimicóticos prevengan la infección después de una exposición a los hongos Coccidioides en el lugar de trabajo. Si un trabajador presenta síntomas de fiebre del valle, debe ver a un proveedor de atención médica para que le hagan pruebas y posiblemente le administren un tratamiento con antimicóticos.
Recursos para los lugares de trabajo: